EL CANAL DE SUEZ.
Pocas obras de la ingeniería moderna han tenido tanta influencia en la historia como el Canal de Suez. Su construcción, inauguración y los conflictos que provocó lo convirtieron en uno de los puntos neurálgicos de la geopolítica mundial. Un canal que no solo acortó distancias marítimas, sino que también se convirtió en un símbolo de poder, ambición y disputas internacionales.
La construcción del Canal
El sueño de unir el Mediterráneo con el mar Rojo existía desde la Antigüedad, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se materializó. El diplomático e ingeniero francés Ferdinand de Lesseps lideró el proyecto, financiado en gran parte por capital francés y apoyado por el Imperio Otomano, del que Egipto formaba parte.
Las obras comenzaron en 1859 y concluyeron en 1869, tras diez años de enormes esfuerzos humanos. Miles de obreros egipcios, muchos de ellos en condiciones casi esclavas, trabajaron en el proyecto. El 17 de noviembre de 1869 se inauguró oficialmente con grandes celebraciones, y pronto se convirtió en la vía marítima más codiciada del planeta.
El canal y las potencias coloniales
Durante el siglo XIX, Reino Unido se percató de la enorme importancia estratégica del canal, especialmente para sus rutas hacia la India. En 1875, el gobierno británico compró las acciones que Egipto había vendido para financiarse, logrando así el control conjunto con Francia. Desde ese momento, el Canal de Suez fue pieza clave en el dominio británico de Oriente Medio.
La Crisis de Suez (1956)
El momento más crítico llegó en 1956, cuando el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser decidió nacionalizar el Canal de Suez para destinar sus ingresos a proyectos nacionales, como la presa de Asuán. Esta medida provocó la furia de Reino Unido y Francia, antiguos controladores del canal, que vieron amenazados sus intereses.
En octubre de ese año, Reino Unido, Francia e Israel lanzaron una operación militar conjunta para recuperar el control del canal y debilitar a Nasser. Aunque lograron victorias iniciales, la presión diplomática de Estados Unidos y la Unión Soviética forzó la retirada de sus tropas. La crisis fue un punto de inflexión: marcó el declive del poder colonial británico y francés en Oriente Medio y consolidó la soberanía de Egipto sobre el canal.
El cierre durante las guerras árabe-israelíes
El canal siguió siendo escenario de conflictos. Tras la Guerra de los Seis Días en 1967, Egipto cerró el canal durante ocho años, hasta 1975. Grandes barcos quedaron atrapados en el interior, conocidos como la "Flota Amarilla", símbolo del bloqueo. Solo tras los acuerdos posteriores a la guerra del Yom Kippur pudo reabrirse, en medio de un dispositivo internacional de limpieza de minas y restos bélicos.
El canal en la actualidad
Hoy, el Canal de Suez está controlado y gestionado íntegramente por Egipto, a través de la Autoridad del Canal de Suez. Es una de las principales fuentes de ingresos del país gracias a los peajes cobrados a los buques que lo atraviesan. En 2015, Egipto inauguró una importante ampliación, el llamado Nuevo Canal de Suez, que permite el tránsito simultáneo de más barcos y reduce los tiempos de espera.
Actualmente, alrededor del 12% del comercio mundial pasa por sus aguas, convirtiéndolo en una arteria vital del comercio internacional. Su relevancia quedó de nuevo en evidencia en marzo de 2021, cuando el encallamiento del buque Ever Given bloqueó el tráfico durante seis días y afectó gravemente a la economía mundial.
Conclusión
El Canal de Suez no es solo una obra de ingeniería colosal, sino también un escenario histórico de luchas coloniales, guerras y tensiones geopolíticas. Desde su inauguración en 1869 hasta nuestros días, ha sido clave para el comercio mundial y seguirá siéndolo en el futuro, como punto estratégico que conecta continentes y concentra intereses globales.
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Bibliografía:
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