IGLESIAS PALEOCRISTIANAS.

 Las iglesias paleocristianas fueron los primeros templos construidos por los seguidores de Cristo una vez que el cristianismo dejó de ser perseguido y pasó a ser tolerado por el Imperio romano, especialmente tras el Edicto de Milán de 313, promulgado por Constantino. Antes de eso, los cristianos no podían construir templos visibles ni reunirse abiertamente, por lo que el culto tenía lugar en casas particulares o en las catacumbas, donde se honraba la memoria de los mártires.

Cuando la nueva religión se legalizó, el cristianismo necesitaba espacios amplios para congregar a sus fieles. No existía aún una arquitectura propia, así que se tomó como modelo la basílica romana, un edificio civil usado para reuniones y juicios. Su forma alargada, con una nave central más alta que las laterales, se adaptó perfectamente a las ceremonias cristianas. En el extremo oriental se colocó el ábside, donde se situaba el altar y el obispo, y en el occidental la entrada principal.




Sin embargo, muchas de estas primeras iglesias no se construyeron al azar: nacieron en lugares de enterramiento, sobre todo en torno a las tumbas de los mártires. Durante las persecuciones, los cristianos habían venerado las tumbas de quienes murieron por su fe, celebrando allí la Eucaristía en secreto. Tras la paz constantiniana, esos lugares se transformaron en templos. Así surgieron las llamadas basilicas ad corpus, edificadas literalmente “sobre el cuerpo” del mártir.

Un ejemplo claro es la Basílica de San Pedro en Roma, levantada en el siglo IV sobre la tumba del apóstol en la colina del Vaticano. Lo mismo ocurrió con San Pablo Extramuros, también en Roma, construida sobre el sepulcro del apóstol Pablo. Estas iglesias se convirtieron en centros de peregrinación y en símbolos visibles de la nueva fe imperial.

En otras regiones del Imperio también aparecieron magníficos ejemplos: la Basílica de San Apolinar el Nuevo y la de San Vital en Rávena, célebres por sus mosaicos; o la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, erigida por Constantino sobre el lugar donde, según la tradición, fue sepultado y resucitó Cristo.

Las iglesias paleocristianas no solo tenían una función litúrgica, sino también conmemorativa y social. En ellas se reunía la comunidad, se bautizaba, se recordaba a los difuntos y se reforzaba la identidad cristiana frente al paganismo. Su interior estaba lleno de símbolos visuales: mosaicos dorados, palmas, corderos, peces o crismones, todos ellos cargados de significado espiritual.




Las investigaciones arqueológicas en Roma, Jerusalén o Rávena han permitido identificar la evolución de estas construcciones, que pasaron de simples edificaciones funerarias a complejos espacios de culto monumental. De hecho, muchas iglesias medievales y renacentistas se edificaron sobre los cimientos de estos templos originales, conservando parte de su estructura.

El arte paleocristiano, nacido en estas iglesias, marcó el paso de una fe clandestina a una religión universal. En sus muros y mosaicos quedó reflejado el mensaje de esperanza en la resurrección y la vida eterna, el mismo que inspiró a generaciones de creyentes durante más de un milenio.


SÍGUEME PARA NO PERDERTE NADA: 👇👇


EL ÚLTIMO ROMANO. 




 JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.



Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con 17 de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs, podcast y es miembro de Divulgadores de la Historia.



Si te ha gustado, puedes seguirme en mis redes sociales:

👉FACEBOOK

👉INSTAGRAM


Si quieres ser mi mecenas, puedes hacerlo aquí:




Bibliografía:

Sánchez López, Elena H.; Bustamante Álvarez, Macarena (eds.). Arqueología romana en la Península Ibérica. Universidad de Granada, 2019. ISBN 978-84-338-6455-0. UneBook

Krautheimer, Richard – Early Christian and Byzantine Architecture. Yale University Press, 1986

Ward-Perkins, J. B. – Roman Imperial Architecture. Yale University Press, 1991

Comentarios

ARTÍCULOS MÁS POPULARES.

ARTÍCULOS POPULARES.