LA FUNDACIÓN DE SAN FRANCISCO: ORÍGENES ESPAÑOLES DE UNA GRAN CIUDAD.
Pocas ciudades en el mundo tienen una historia tan fascinante como San Francisco. Cosmopolita, tecnológica y símbolo del progreso, esta urbe californiana es hoy uno de los lugares más emblemáticos de Estados Unidos. Sin embargo, su origen está muy lejos de la fiebre del oro, los rascacielos y el famoso puente Golden Gate. Para descubrir sus raíces, debemos retroceder al siglo XVIII, cuando California no era estadounidense, sino parte del vasto Virreinato de Nueva España.
Vista de San Francisco en 1850, óleo sobre lienzo de George Henry Burgess (1878). |
San Francisco fue fundada el 29 de junio de 1776, fecha significativa porque coincide con el mismo año en que las Trece Colonias británicas proclamaban su independencia. Mientras en la costa este se libraba la guerra contra Inglaterra, en el lejano y poco explorado norte de California, los españoles consolidaban su presencia en el Pacífico mediante misiones, presidios y pequeños asentamientos.
La bahía de San Francisco, que hoy vemos llena de barcos y rodeada de puentes, fue descubierta en 1769 por la expedición de Gaspar de Portolá, el primer gobernador de la Alta California. Hasta entonces, este rincón del mundo había permanecido oculto para los europeos, aunque los pueblos nativos lo habitaban desde hacía milenios. El descubrimiento de esta magnífica bahía despertó un gran interés estratégico, pues ofrecía un puerto natural en la costa del Pacífico, ideal para protegerse de posibles incursiones rusas o inglesas.
Pocos años después, en 1776, el fraile franciscano Francisco Palóu, discípulo y compañero de fray Junípero Serra, estableció la Misión de San Francisco de Asís, más conocida como Misión Dolores por el arroyo cercano denominado Arroyo de los Dolores. Esta misión tenía como objetivo evangelizar a los nativos de la zona y afianzar el dominio español sobre la región. A su alrededor, como era costumbre, se levantaron viviendas y se organizó la vida comunitaria en torno al trabajo agrícola y ganadero.
Junto a la misión, los españoles construyeron el Presidio de San Francisco, una fortificación militar destinada a la defensa de la bahía. En torno a estos dos núcleos –religioso y militar– comenzó a crecer el primer asentamiento, que recibió el nombre de Yerba Buena. Durante décadas, aquel lugar se mantuvo como un tranquilo poblado de escasa población, dependiente de la ruta marítima y terrestre que unía las demás misiones y presidios californianos.
Todo cambió a mediados del siglo XIX. Tras la independencia de México en 1821, la Alta California pasó a formar parte del nuevo Estado mexicano. Sin embargo, la lejanía y la falta de control efectivo hicieron que la región quedara prácticamente abandonada. Esta situación facilitó la intervención estadounidense. En 1846, durante la guerra entre México y Estados Unidos, tropas norteamericanas ocuparon Yerba Buena y poco después la rebautizaron como San Francisco. Con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, la ciudad quedó definitivamente incorporada a Estados Unidos.
Ese mismo año ocurrió el acontecimiento que transformaría para siempre la historia de San Francisco: el descubrimiento de oro en Sierra Nevada. La fiebre del oro atrajo a miles de aventureros y buscadores, que llegaron desde todas partes del mundo. En pocos años, la tranquila localidad española se convirtió en una ciudad bulliciosa y cosmopolita, símbolo de la expansión hacia el Oeste.
UBICACIÓN DE SAN FRANCISCO. |
Hoy, San Francisco es una metrópoli vibrante, conocida por su diversidad cultural, su historia única y su papel como centro tecnológico mundial. Pero sus raíces siguen ahí, en la Misión Dolores y en el recuerdo de aquellos misioneros y soldados españoles que, en 1776, levantaron un pequeño asentamiento en la lejana costa del Pacífico, sin imaginar que estaban dando origen a una de las ciudades más famosas del planeta.
La próxima vez que contemples el Golden Gate, recuerda que todo empezó con un sueño colonial español y el deseo de asegurar la presencia hispana en el último confín del imperio.
Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con más de 16 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.
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Bibliografía:
Palóu, Francisco. Noticias de la Nueva California. México: Editorial Porrúa, 1979.
Hurtado, Albert L. California: A History. Berkeley: University of California Press, 2018.
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