IVÁN EL TERRIBLE.
Iván IV Vasílievich, más conocido por la historia como Iván el Terrible, fue el primer zar de Rusia y uno de los monarcas más controvertidos y fascinantes de la historia europea. Su figura se alza como una paradoja viva: fue un reformador que intentó modernizar el Estado ruso, pero también un déspota implacable que sumió a su pueblo en una atmósfera de terror y sangre.
El zar Iván el Terrible. |
Nacido en 1530, Iván vivió una infancia marcada por la inestabilidad. Su padre murió cuando él tenía apenas tres años, y su madre fue envenenada poco después. Criado en la corte entre intrigas y abusos de los poderosos boyardos —la aristocracia terrateniente—, Iván desarrolló desde muy joven un carácter desconfiado y vengativo. Esa infancia tumultuosa sería una de las claves que moldearon su personalidad, endurecida por la soledad, la violencia y el poder precoz.
En 1547, con solo diecisiete años, Iván se coronó como el primer zar de todas las Rusias, un título que no solo evocaba al César romano, sino que simbolizaba la ambición de una Rusia imperial, autónoma y sacralizada. El joven zar no tardó en poner en marcha un programa de reformas. Centralizó la administración, reorganizó el ejército, promulgó un nuevo código legal (Sudébnik) y buscó limitar el poder de los boyardos, favoreciendo la creación de una burocracia leal al trono. Fue un intento temprano de construir un Estado fuerte y vertical, donde el poder emanara exclusivamente del zar.
Pero sus avances no tardaron en verse eclipsados por el lado más oscuro de su carácter. La muerte en 1560 de su primera esposa, Anastasia Románova, lo hundió en la paranoia. Convencido de que la nobleza había envenenado a su amada, Iván desató una ola de represalias que acabó cristalizando en la instauración de la oprichnina: un territorio bajo su control directo, protegido por una guardia personal temida por su brutalidad. Los oprichniki, vestidos de negro y montando caballos oscuros, recorrían las ciudades rusas sembrando el terror, ejecutando a nobles, saqueando propiedades y castigando a los presuntos traidores.
La represión alcanzó cotas extremas. En 1570, Iván acusó a la ciudad de Nóvgorod de querer pasarse a Polonia y ordenó una masacre en la que murieron miles de personas, incluidos niños, clérigos y ancianos. Aquellos episodios sellaron su reputación como un tirano despiadado, aunque para muchos en su tiempo también fue visto como un líder implacable pero necesario, capaz de mantener la unidad de un país inmenso y caótico.
La tragedia personal también marcó su reinado. En un arrebato de ira, Iván golpeó mortalmente a su hijo mayor y heredero, Iván Ivánovich, en 1581. El asesinato accidental del único sucesor capacitado sumió al zar en una profunda depresión, y dejó al país al borde del abismo. A su muerte en 1584, Rusia cayó en un periodo de crisis dinástica conocido como el "Tiempo de los Tumultos", marcado por guerras civiles, invasiones extranjeras y el colapso del orden establecido.
RUSIA EN 1584. |
Sin embargo, el legado de Iván el Terrible no puede reducirse al horror. Durante su gobierno, Rusia expandió sus fronteras hacia el este, conquistando los kanatos tártaros de Kazán y Astracán, lo que abrió las puertas a la colonización de Siberia. Además, sentó las bases ideológicas y simbólicas del poder absoluto del zar como encarnación viva de Rusia, reforzando la idea de Moscú como la "Tercera Roma", heredera del Imperio bizantino y del romano.
Iván el Terrible encarna como pocos la complejidad del poder en la historia: fue temido y venerado, destructor y fundador, verdugo y reformador. Su reinado nos recuerda que la línea entre la autoridad y el despotismo puede ser tan fina como el filo de una espada. En su figura convergen los sueños de grandeza imperial y las pesadillas del absolutismo. Un personaje que, cinco siglos después, sigue fascinando e inquietando por igual.
JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.
Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con más de 17 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.
Si te ha gustado, puedes seguirme en mis redes sociales:
👉FACEBOOK
👉INSTAGRAM
Bibliografía:
LA EDAD MODERNA (SIGLOS XV-XVIII) 2016Autor/es: Luis Ribot;
Editorial: : MARCIAL PONS HISTORIA
Comentarios
Publicar un comentario