LA HISTORIA DE CARTAGO NOVA: LA PERLA DEL MEDITERRÁNEO ANTIGUO.


Cartago Nova, la actual Cartagena, es una ciudad con una historia milenaria que la convirtió en un enclave estratégico en la antigüedad. Desde sus orígenes como asentamiento fenicio hasta su auge bajo el dominio romano y su evolución en la Edad Media, esta ciudad ha sido un punto clave en el Mediterráneo.


ORÍGENES FENICIOS Y DOMINIO CARTAGINÉS

El primer asentamiento en la zona de Cartago Nova se remonta al siglo VIII a.C., cuando los fenicios, una civilización marítima procedente del actual Líbano, establecieron enclaves comerciales en la costa ibérica. Su interés en la región se debía a su riqueza minera, en especial la plata y otros metales valiosos. Los fenicios fundaron colonias como Mastia, que serviría como antecedente de la futura Cartago Nova.




Hacia el siglo III a.C., la ciudad fue tomada por los cartagineses bajo el mando de Asdrúbal el Bello, quien la renombró como Qart Hadasht (Ciudad Nueva) en honor a la metrópoli cartaginesa en el norte de África. Bajo su dominio, Cartago Nova se convirtió en un importante centro militar y comercial, con un puerto estratégico y fortificaciones avanzadas. La explotación minera de la sierra de Cartagena trajo una gran prosperidad y permitió la financiación de las campañas militares cartaginesas en la península.


LA CONQUISTA ROMANA Y SU AUGE

En el año 209 a.C., durante la Segunda Guerra Púnica, el general romano Publio Cornelio Escipión lideró una expedición para arrebatar la ciudad a los cartagineses. Con una estrategia magistral, Escipión aprovechó la bajamar para cruzar la laguna y tomar la ciudad por sorpresa. Esta victoria fue clave para la expansión romana en Hispania y marcó el inicio de una nueva era.

Bajo Roma, la ciudad pasó a llamarse Carthago Nova y se convirtió en un centro administrativo y comercial de gran importancia. La infraestructura urbana se amplió significativamente, con la construcción de un imponente teatro romano, un foro, templos y un avanzado sistema de alcantarillado. La ciudad prosperó durante los siglos siguientes, siendo un punto clave en las rutas comerciales del Mediterráneo occidental.


PLANO DE CARTAGO NOVA EN EL SIGLO I.



CRISIS Y RESTAURACIÓN BAJO DIOCLECIANO




DIVISIÓN ADMINISTRATIVA DE DIOCLECIANO PARA HISPANIA.


A pesar de su auge inicial, Carthago Nova sufrió un declive durante el siglo III d.C. debido a la inestabilidad política y económica del Imperio Romano. La ciudad perdió parte de su relevancia y su infraestructura comenzó a deteriorarse. Sin embargo, a finales del siglo III y principios del IV d.C., el emperador Diocleciano impulsó una importante reorganización administrativa del imperio y convirtió la ciudad en la capital de la provincia de Carthaginensis. Durante este periodo, se llevó a cabo un proceso de revitalización urbana, con la reconstrucción de edificios públicos y la mejora de las defensas.


DECLIVE Y TRANSFORMACIONES EN LA EDAD MEDIA

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, la ciudad pasó por diversas manos. Primero fue ocupada por los visigodos, quienes la incorporaron a su reino, aunque con un menor esplendor que en épocas anteriores. En el siglo VI, el emperador bizantino Justiniano I recuperó la ciudad para el Imperio Romano de Oriente, convirtiéndola en la capital de la provincia bizantina de Spania. Sin embargo, esta dominación fue efímera y en el siglo VII la ciudad cayó en manos de los visigodos nuevamente.

Con la invasión musulmana en el siglo VIII, Cartagena quedó relegada a un segundo plano frente a otras ciudades como Murcia. Su puerto siguió siendo un punto estratégico, pero su desarrollo quedó limitado hasta la llegada de los cristianos.


INCORPORACIÓN A LA CORONA DE CASTILLA Y SU EVOLUCIÓN POSTERIOR

En 1245, el rey Fernando III de Castilla conquistó Cartagena, integrándola en la Corona de Castilla. A partir del siglo XVI, el puerto de Cartagena volvió a ganar importancia debido a su posición estratégica para la defensa naval. Durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad fue fortificada con la construcción de baterías y murallas para protegerla de los ataques piratas y de potencias rivales.


PLANO MEDIEVAL DE CARTAGENA.


Hoy en día, Cartagena es un reflejo vivo de su pasado. Sus yacimientos arqueológicos, como el Teatro Romano y el Barrio del Foro, atraen a miles de visitantes cada año. La ciudad sigue siendo un puerto de gran importancia y un testimonio de su gloriosa historia en el Mediterráneo.





JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.




Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con 16 de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs, podcast y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:


  • Beltrán, J. (2005). Cartago Nova: Historia y Arqueología de una Ciudad Romana. Ediciones Clío.

  • Gómez Espin, J. M. (2010). Historia de Cartagena: De los Orígenes a la Actualidad. Editorial Mediterráneo.

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