UR Y URUK.
Las ciudades de Ur y Uruk representan dos de los asentamientos más emblemáticos de la antigua Mesopotamia, cuna de la civilización y hogar de algunas de las manifestaciones culturales más avanzadas del mundo antiguo. Ambas ciudades, situadas en la región de Sumer, no solo fueron centros de poder político y religioso, sino que también desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la escritura, la arquitectura monumental y la organización social y económica.
Uruk
Uruk, situada en el actual Irak, es considerada una de las primeras ciudades de la historia, alcanzando su apogeo entre el IV y III milenio a.C. La ciudad es célebre por ser el escenario del "Período de Uruk" (aproximadamente 4000-3100 a.C.), un momento clave en la evolución de la civilización mesopotámica. Durante este período, Uruk se expandió considerablemente, con un crecimiento poblacional que llegó a decenas de miles de habitantes, un fenómeno sin precedentes en la historia urbana.
Uno de los aspectos más destacados de Uruk es su contribución al desarrollo de la escritura cuneiforme, un sistema que comenzó como una serie de pictogramas grabados en tablillas de arcilla y que evolucionó hacia una escritura más abstracta y fonética. Esta innovación permitió el registro de transacciones económicas, leyes y narraciones, facilitando el desarrollo de la burocracia y el comercio.
Desde un punto de vista arquitectónico, Uruk es famosa por sus monumentales templos y murallas. El templo de Eanna, dedicado a la diosa del amor y la guerra, Inanna (posteriormente identificada con Ishtar), es un testimonio del poder religioso de la ciudad. También se ha hallado el Zigurat Blanco, una estructura que dominaba el paisaje urbano y que simbolizaba la conexión entre lo divino y lo terrenal.
La ciudad también es célebre por su asociación con el legendario rey Gilgamesh, protagonista de la "Epopeya de Gilgamesh", uno de los textos literarios más antiguos conocidos. Según la tradición, Gilgamesh fue un gobernante semihistórico de Uruk que lideró la ciudad en un período de expansión y consolidación, convirtiéndose en un símbolo de la lucha del hombre contra la mortalidad y el destino.
Uruk mantuvo su importancia durante siglos, pero con el tiempo, otras ciudades emergieron como centros de poder en la región. No obstante, su legado cultural y tecnológico se extendió a través de toda Mesopotamia e influyó en civilizaciones posteriores.
Ur
Ur, situada al sur de Uruk y también en el actual Irak, es otra de las grandes ciudades sumerias que alcanzó su apogeo durante el III milenio a.C. A diferencia de Uruk, que es más conocida por su papel en la historia temprana de la escritura y la urbanización, Ur se destacó por su importancia política, religiosa y comercial durante el Período Dinástico Temprano y la Tercera Dinastía de Ur (aproximadamente 2112-2004 a.C.).
Ur fue un importante centro de culto al dios lunar Nanna (o Sin en acadio), cuya devoción se reflejaba en el majestuoso zigurat de Ur, una de las estructuras más imponentes de la antigua Mesopotamia. Este zigurat, construido por el rey Ur-Nammu en el siglo XXI a.C., servía tanto como templo religioso como símbolo del poder del estado. Las excavaciones arqueológicas han revelado que la ciudad contaba con una intrincada planificación urbana, con viviendas organizadas alrededor de calles bien definidas y sistemas de drenaje avanzados.
Uno de los hallazgos más notables en Ur es el llamado "Cementerio Real", donde se han descubierto tumbas con una riqueza excepcional, incluyendo objetos de oro, lapislázuli y otros materiales exóticos que indican una vasta red comercial. Las tumbas reales de Ur, como las de la reina Puabi, muestran un grado de sofisticación y ritualismo funerario impresionante, con sirvientes y soldados sacrificados para acompañar a los soberanos en el más allá.
Ur también fue un importante centro comercial, con conexiones que se extendían hasta el Valle del Indo, Anatolia y el Golfo Pérsico. Los registros cuneiformes indican un comercio activo de metales, piedras preciosas, madera y productos agrícolas, lo que convirtió a la ciudad en un nodo clave en las rutas comerciales del mundo antiguo.
Durante la Tercera Dinastía de Ur, la ciudad alcanzó su máxima expresión como capital de un imperio que abarcaba gran parte de Mesopotamia. El rey Ur-Nammu y su sucesor Shulgi establecieron un sistema administrativo altamente desarrollado, con leyes codificadas y un control centralizado de la economía. Sin embargo, esta dinastía eventualmente cayó ante la invasión de los amorreos y el avance del reino elamita.
A pesar de su declive, Ur continuó siendo habitada durante varios siglos y siguió siendo un centro religioso importante hasta el período neobabilónico. Sin embargo, cambios en el curso de los ríos y el deterioro ecológico contribuyeron a su abandono progresivo.
Uruk y Ur representan dos hitos fundamentales en la historia de la civilización. Mientras Uruk se distingue como la cuna de la escritura y la urbanización temprana, Ur se consolidó como un epicentro de poder político y comercial en tiempos posteriores. Ambas ciudades dejaron un legado imborrable en la historia del Medio Oriente y del mundo, influyendo en civilizaciones posteriores como Babilonia, Asiria y Persia.
Las excavaciones modernas han permitido reconstruir parte de su historia, revelando no solo la magnificencia de sus monumentos y logros administrativos, sino también la compleja interacción entre religión, política y economía en la antigua Mesopotamia. A través de estos descubrimientos, se confirma que Ur y Uruk no fueron solo ciudades, sino verdaderos pilares de la civilización humana.
JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.
Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.
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Bibliografía:
Historia Antigua del Proximo Oriente y Egipto. Jasvier Cabrero Piquero y Federico Lara Peinado. Uned 2021.
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