EL MURO DE ADRIANO.
El muro de Adriano es una de las construcciones más emblemáticas del imperio romano en Britania y un símbolo de la ingeniería y el poderío militar romano. Fue construido bajo el mandato del emperador Adriano en el siglo II d.C. y su propósito era marcar el límite norte del imperio en la isla, proteger las provincias romanas de las incursiones de tribus bárbaras y facilitar el control del territorio.
Cuando los romanos invadieron Britania en el año 43 d.C. bajo el emperador Claudio, lograron consolidar su dominio en gran parte de la isla, pero la frontera septentrional, en la actual Escocia, siempre presentó desafíos. Las tribus celtas del norte, conocidas como pictos y otros grupos, eran un obstáculo constante para la estabilidad romana en la provincia.
Durante el reinado de Trajano (98-117 d.C.), el imperio alcanzó su máxima expansión, pero su sucesor, Adriano (117-138 d.C.), adoptó una estrategia más defensiva. Adriano visitó Britania en el año 122 d.C. y, preocupado por la seguridad de la provincia, ordenó la construcción de una muralla que sirviera como barrera física y simbólica entre el mundo romano y los territorios no conquistados.
Características de la construcción:
El muro de Adriano se extendía aproximadamente 117 kilómetros desde el estuario del río Tyne, cerca de la actual Newcastle, hasta el estuario de Solway, en la costa oeste de Inglaterra. La muralla no solo era una estructura defensiva, sino que también funcionaba como un control de acceso y un punto de recaudación de impuestos para los comerciantes y viajeros que querían ingresar al territorio romano.
Las principales características del muro eran:
1. Dimensiones y materiales:
La altura y el grosor del muro variaban según la región y la disponibilidad de materiales. En el este, donde predominaba la piedra, el muro tenía un ancho de aproximadamente 3 metros y una altura de hasta 6 metros. En el oeste, donde se utilizó más tierra y turba, la altura era menor.
2. Fosos y terraplenes:
Frente al muro se excavó un foso profundo de unos 8 a 10 metros de ancho y 3 metros de profundidad, dificultando el acceso de invasores. Detrás del muro también se construyó una vía militar para facilitar el desplazamiento de las tropas romanas.
3. Fortificaciones:
A lo largo del muro se construyeron fortines (milecastles) cada milla romana (aproximadamente 1.5 km), donde se ubicaban pequeñas guarniciones de soldados. Además, cada tres fortines había una fortaleza mayor (castrum) con capacidad para albergar entre 500 y 1000 hombres.
4. Torres de vigilancia:
Entre los fortines se erigieron torres de vigilancia intermedias para mejorar la visibilidad y la comunicación.
5. Caminos y abastecimiento:
Se construyeron caminos paralelos para facilitar el movimiento de tropas y suministros. También había almacenes y asentamientos militares cercanos.
El muro estaba vigilado por tropas auxiliares del ejército romano, es decir, soldados reclutados en distintas partes del imperio que no eran ciudadanos romanos, pero que, tras años de servicio, podían obtener la ciudadanía. Estas tropas procedían de regiones tan diversas como Germania, Hispania, Dacia y Siria.
Los soldados destinados al muro vivían en condiciones relativamente estables en los fuertes y fortines. Realizaban patrullas constantes, mantenían en buen estado la estructura y controlaban el tráfico de personas y mercancías. También interactuaban con comunidades locales, lo que llevó a la creación de pequeños asentamientos civiles cerca de los fuertes.
El muro de Adriano no era una barrera impenetrable, sino un sistema de control diseñado para canalizar y disuadir ataques más que para detenerlos completamente. Se cree que tenía puertas controladas por guarniciones que permitían el comercio y el tránsito regulado de personas.
A pesar de su imponencia, el muro no fue la única defensa de los romanos en Britania. En ocasiones, se realizaban expediciones militares al norte del muro para neutralizar amenazas antes de que se convirtieran en incursiones mayores.
El muro permaneció en uso durante casi 300 años, aunque con altibajos. En el año 142 d.C., bajo el emperador Antonino Pío, se construyó otro muro más al norte, el muro de Antonino, que fue ocupado solo por unas dos décadas antes de que los romanos volvieran a utilizar el muro de Adriano como frontera principal.
Con la crisis del siglo III y el declive del poder romano, la guarnición del muro fue reducida progresivamente. En el siglo IV, las tropas romanas fueron retiradas para reforzar otras partes del imperio, y en el año 410 d.C., los romanos abandonaron Britania, dejando el muro sin vigilancia.
Con el tiempo, muchas de las piedras del muro fueron reutilizadas para la construcción de iglesias, castillos y casas en la región, aunque aún se conservan tramos significativos.
Hoy en día, el muro de Adriano es uno de los sitios arqueológicos más importantes del Reino Unido y un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1987. Existen varios museos y sitios históricos a lo largo de su recorrido, como el fuerte de Housesteads, el fuerte de Vindolanda y el fuerte de Chesters, que ofrecen una visión detallada de la vida en la frontera romana.
Arqueólogos y estudiosos continúan investigando el muro, proporcionando nueva información sobre su construcción, uso y el impacto de los romanos en Britania. También es un destino popular para senderistas y turistas que desean explorar su historia y paisajes.
JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.
Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con 16 de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs, podcast y es miembro de Divulgadores de la Historia.
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Bibliografía:
- HISTORIA ANTIGUA UNIVERSAL II. EL MUNDO ROMANO (2ª)
Autor/es: Fernández Uriel, Pilar. Editorial: U.N.E.D.
- El muro de Adriano. Adrian Goldsworthy
- https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/secretos-muro-romano-mas-legendario-gran-bretana_20639
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