EL FIN DE LA REPÚBLICA ROMANA. EL ASCENSO DE CÉSAR.



EL TRIUMVIRATO.







El Pimer triunvirato surgió en el año 60 a.C. como una coalición política entre tres destacados líderes romanos: Julio César, Pompeyo y Craso. Cada uno de ellos tenía motivaciones y objetivos particulares que contribuyeron a la formación de esta alianza.

Julio César, tras sus exitosas campañas militares en la Galia, regresó a Roma con un considerable poder militar y popularidad, pero también con una deuda significativa. Buscó apoyo político para consolidar su posición y protegerse de posibles represalias del Senado.

Pompeyo, un distinguido general y aliado anterior de César, había sido crucial en la derrota de las revueltas esclavas lideradas por Espartaco y en la guerra contra Mitrídates. Sin embargo, sus relaciones con el Senado se deterioraron, y buscó garantías para mantener su influencia y seguridad en Roma.
Craso, un adinerado hombre de negocios y general militar, también aspiraba a aumentar su estatus político y militar. Su participación en el triunvirato le ofreció una oportunidad para fortalecer su posición y proteger sus intereses financieros.
La alianza se basó en la reciprocidad de intereses: César buscaba apoyo político y deuda, Pompeyo ansiaba protección y estabilidad, y Craso buscaba ascenso político y seguridad financiera. Juntos, formaron el primer triunvirato para equilibrar las fuerzas dentro de la República Romana y contrarrestar las hostilidades del Senado.

Aunque no fue una entidad formalmente establecida, el triunvirato permitió a estos líderes consolidar poder y apoyarse mutuamente en la toma de decisiones políticas cruciales. Sin embargo, las tensiones y rivalidades internas eventualmente llevaron a la desintegración de esta alianza.
Julio César, tras su exitosa campaña militar en la Galia, regresó a Roma en el 60 a.C. como un general victorioso. Para consolidar su posición y enfrentar la resistencia senatorial, buscó como aliados a Pompeyo y Craso, consiguiendo ser nombrado cónsul.

El consulado de César en el 59 a.C. marcó un hito clave. A través de la Lex Julia, César y Craso lograron leyes que beneficiaban a ambos, consolidando su influencia. Sin embargo, las tensiones en el triunvirato persistieron, especialmente después de la muerte de Craso en la desastrosa campaña de Carras en el 53 a.C.
La Conferencia de Luca, realizada en el 56 a.C, buscó reforzar la alianza entre César, Pompeyo y Craso, quienes fueron nombrados de nuevo triunviros para el período 55-53 a.C. César obtuvo la prórroga de su gobierno en las provincias de la Galia, asegurando así su posición y permitiéndole finalizar su conquista y Pompeyo conservó Hispania. Craso, continuó con sus posesiones orientales hasta su fallecimiento tres años después. Sin embargo, las hostilidades entre César y Pompeyo continuaron aumentando.

La disolución del triunvirato fue un proceso gradual, marcado por la muerte de Craso, la muerte de la esposa de Pompeyo e hija de César y la posterior y creciente desconfianza entre César y Pompeyo.

Este, temiendo el creciente poder de César, buscó alinearse con el Senado y las facciones aristocráticas. En el 49 a.C, el Senado exigió que César renunciara a su mando militar sobre las provincias de la Galia dándole un ultimátum, lo que llevó a la decisión de cruzar el río Rubicón y desencadenar la guerra civil.


LAS CAMPAÑAS DE ITALIA E HISPANIA.


Tras cruzar el Rubicón, César ocupó varias regiones debido a la inferioridad de Pompeyo, mientras las tropas de la Galia Narbonense desertaban a su favor. Esto hizo que Pompeyo se decidiera a abandonar Italia junto con la mayoría del Senado dirección Grecia.

Aunque César intentó darles alcance, la falta de una flota permitió que estos escaparán desde Brindisi. César volvió a Roma para afianzarse en el poder, tomando fondos del erario público para costear la guerra e intentando dar una salida negociada a la crisis, aunque nunca obtuvo resultado.

Su próximo paso fue dirigirse a Hispania para enfrentarse por primera vez a los pompeyanos, derrotando a Afranio y Petreyo en Ilerda y poco después a Varrón, apoderándose de la península para finales del verano del 49 a.C.
Desde Roma se le nombró dictador y de regreso, también conquistó Marsella, cuyo asedio había comenzado antes de la campaña hispánica.

A pesar de las rápidas victorias, tuvo malas noticias, pues en África, su legado Escribonio Curión fue derrotado por el rey Juba de los Númidas, que se había pasado al lado pompeyano.











LA CAMPAÑA DE LOS BALCANES.


Tras el dominio de Hispania y ser nombrado de nuevo cónsul en el 48 a.C. Cesar se dirigió a los Balcanes a enfrentar a Pompeyo que se había acuartelado en Dirraquium. Sin embargo, durante el sitio de la ciudad, la deserción de parte de las tropas cesarianas y la habilidad pompeyana, hicieron huir a Tesalia a César, donde había mandado anteriormente parte de su ejército.

Finalmente, el choque definitivo se produjo en la llanura de Farsalia. En esta ocasión César contaba con inferioridad numérica, pero con una hábil táctica y el apoyo de sus veteranas legiones, consiguió la victoria y hacer huir a Pompeyo a Egipto, donde gobernaba Ptolomeo Auteles, que se encontraba en plena lucha con su hermana Cleopatra VII. Sin embargo, debido a las intrigar y luchas entre estas dos facciones, Pompeyo fue asesinado antes de que César llegase con su ejército. Los pompeyanos, enterados de la muerte de su líder, decidieron reorganizarse en el norte de África.






LAS CAMPAÑAS DE ORIENTE.






Tras desembarcar en Alejandría, lo primero que hizo césar fue rendir honores a su antiguo amigo Pompeyo. Tras esto se vio envuelto en la lucha dinástica entre Cleopatra y su hermano-marido Ptolomeo XII Filadelfo, tomando partido por la primera.

Esto produjo una inmediata rebelión por parte de Ptolomeo que se ayudo del propio pueblo, teniendo que refugiarse césar y sus escasas tropas fortificándose en el propio interior de la ciudad hasta que llegaron sus refuerzos, con los que logró imponerse y dar muerte a Ptolomeo. Mientras tanto, César y Cleopatra mantuvieron un romance, fruto del cual nacería Ptolomeo XV Cesarión.
Con Egipto pacificado y bajo el control de Cleopatra, se dirigió al Bósforo a enfrentar a Farnaces, rey que había apoyado a los pompeyanos y que había aprovechado para invadir el Ponto.

La primera campaña fue encargada a Domicio Calvino, pero su derrota ante Farnaces hizo que César tuviera que involucrarse personalmente en el 47 a.C. llevando a cabo una rápida campaña que culminó con la victoria en la batalla de Zela, donde entonó su famosa frase vine, vidi, vici.

Por último, tuvo que volver a Italia donde su ausencia había desembocado en inquietudes por parte de sus legiones que amenazaban con rebelarse, logrando calmar lo ánimos antes de emprender de nuevo su campaña contra los pompeyanos que amenazaban desde el norte de África. Además, ese mismo año su mandato como dictador vencía, pero no tardaría mucho en renovarlo...






LA CAMPAÑA DE ÁFRICA.


Tras la victoria de Farsalia y la pacificación de Egipto, los pompeyanos solo resistían en el norte de África, por lo que César, decidido a acabar con ellos desembarcó en Hadrumentum el 47 a.C. aunque no consiguió tomar la ciudad, teniendo que acuartelarse en Ruspina.

El año siguiente, con la llegada de refuerzos, tomo Tapso y venció a Escipión así como al rey Juba de los númidas.

Acto seguido, se dirigió a Útica, donde aguardaba Catón, que al ver que la ciudad iba a ser tomada, se suicidó. Escipión siguió sus pasos cuando estuvo a punto de ser capturado y el rey Juba, también acabó quitándose la vida en Zama al ver que iba a ser derrotado por César.

A pesar de que Labieno y Sexto, hijo de Pompeyo, lograron escapar a Hispania, César reconvirtió el reino númida en la provincia de África Nova.
A su llegada a Roma renovó por el extraordinario tiempo de 10 años su condición de dictador con amplios poderes y celebró sus victorias en Galia, Egipto, Farsalia y África.







LA SEGUNDA CAMPAÑA DE HISPANIA.


A la llegada de Labieno y Sexto, en Hispania les aguardaba Cneo Pompeyo, consiguiendo mediante pactos, adueñarse de parte de la Bética.

César, marchó sin demora hacia la zona. Después de pasar un duro invierno, se decidió a perseguir a sus enemigos, que parecían rehuir la batalla hasta que en Marzo del 45 a.C. se produjo la batalla final en Munda, saliendo victorioso de nuevo, lo que le permitió tomar Hispalis y Gades. Además, en la batalla, perecieron Cneo y Labieno y, aunque Sexto consiguió escapar y seguir un tiempo más luchando mediante guerrillas, la guerra civil había acabado y César controlaba todo el Imperio.

A finales de año regresó triunfante a Roma, donde sumó el nombramiento por diez años como cónsul, el cual rechazó, solicitando que se le permitiera usar el pronombre de imperator.

Todos esperaban que César se tomara la justicia y desencadenara una ola de venganzas, sin embargo, tuvo clemencia y buscó la reconciliación con sus antiguos enemigos, permitiendo a muchos seguir con sus cargos y actividades políticas.




LAS REFORMAS DE CÉSAR.


Después de la victoria en la guerra civil, Julio César se centró en estabilizar y reformar la República Romana. Implementó la Lex Julia de Repetundis, destinada a prevenir la extorsión por parte de funcionarios gubernamentales en las provincias. También llevó a cabo la redistribución de tierras, conocida como la Lex Julia Agraria, para proporcionar tierras a los veteranos y mejorar la situación económica en Roma.

César extendió la ciudadanía romana a residentes de provincias, como parte de su política de integración y centralización. Además, emprendió proyectos de construcción a gran escala en Roma para generar empleo y mejorar la infraestructura.

La reforma del calendario fue otra contribución significativa. César introdujo el calendario juliano en el 45 a.C., basado en el año solar, que ajustaba la duración de los meses para mantener el equilibrio con las estaciones. Este calendario sirvió como base para el calendario actual.

En cuanto al ámbito político, César asumió el cargo de dictador perpetuo en el 44 a.C., lo que le otorgó un control casi absoluto. Estas medidas, aunque buscaban estabilizar Roma, generaron tensiones y contribuyeron al posterior conflicto que llevó al fin de la República y al advenimiento del Imperio Romano.
La consolidación del poder de Julio César tras la guerra civil también se reflejó en reformas políticas y administrativas significativas. Estableció un programa de construcción de obras públicas, como la renovación del Foro Romano y la construcción de un nuevo complejo llamado el Forum Julium. Estos proyectos no solo mejoraron la infraestructura de la ciudad, sino que también proporcionaron empleo a los ciudadanos romanos.

En el ámbito político, César implementó la Lex Julia de Maritandis Ordinibus, que alentaba a los ciudadanos a casarse y tener hijos, con incentivos y penalizaciones fiscales. Además, buscó reducir la corrupción administrativa y judicial mediante la introducción de reformas en el sistema legal. Estableció tribunales especiales para juzgar casos de corrupción, lo que reflejaba su compromiso con la justicia y la equidad.

La creación de la Biblioteca Julia y la construcción del Templo de Venus Genetrix también formaron parte de sus esfuerzos por fomentar el conocimiento y la religión. Estas acciones no solo buscaban consolidar su poder, sino también mejorar la calidad de vida en Roma y garantizar el apoyo popular.

A pesar de estas reformas, la acumulación de poder por parte de César generó preocupaciones entre algunos senadores y ciudadanos romanos que temían la pérdida de la República. Esto culminó en el asesinato de Julio César en el 44 a.C., marcando un punto de inflexión en la historia romana y dando inicio a un periodo de conflictos que eventualmente condujo al establecimiento del Imperio romano.









JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.

Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs, podcast y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:

HISTORIA ANTIGUA UNIVERSAL II. EL MUNDO GRIEGO (2ª)
Autor/es: Fernández Uriel, Pilar. Editorial: U.N.E.D.


Histocast 202 y 203. César contra Pompeyo.

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