LAS ÓRDENES MENDICANTES.




LA APARICIÓN DE LOS FRAILES.

Las órdenes mendicantes de frailes aparecieron en el siglo XIII respondiendo a una nueva corriente espiritual de la Iglesia Católica.
Sus principales diferencias respecto a las órdenes monacales eran:

- El voto de pobreza.
- Abandonar la vida en el monasterio por la itinerancia para predicar y evangelizar
- Se convirtieron en órdenes internacionales en las que se traspasaban ideas, conocimientos y frailes.
- Los conventos ya no sé ubicaban en el ámbito rural, si no que se establecieron en los alrededores de las ciudades, donde encontraban financiación a través de la caridad entrando en conflicto con las parroquias locales.
- Se especializaron en la formación a sus frailes.
- Aceptaron que laicos pudiesen dedicarse a Dios, por lo que crearon órdenes terciarias de seglares.






LOS FRANCISCANOS.

La fundación de los franciscanos por San Francisco de Asís en el siglo XIII fue un hito importante en la historia de la Iglesia católica y la Europa medieval. Francisco, un joven rico que renunció a sus posesiones para abrazar la pobreza, buscaba seguir los pasos de Cristo y vivir una vida sencilla y de servicio a los demás. Esto atrajo a muchos seguidores, lo que llevó a la creación de la Orden de los Frailes Menores o franciscanos. Al principio, suborganizacionnse basaba en pequeñas células, pero a partir de 1223, el papá Honorio III les concedió la Bula Bullata que les otorgaba el estatus de orden.

La regla de vida de los franciscanos se centraba en la pobreza radical voluntaria, la predicación itinerante y el servicio a los necesitados. Francisco y sus seguidores viajaban, predicaban y realizaban obras de caridad, inspirando a otros con su estilo de vida austero y comprometido con los más desfavorecidos. La orden creció enormemente en popularidad y número de seguidores, extendiéndose por toda Europa y más allá en un tiempo relativamente corto, llegando a Asia y África.
Con el tiempo, surgieron algunas divisiones dentro de la orden sobre la interpretación de la regla de la pobreza, lo que llevó a disputas internas y a la creación de ramas distintas dentro de los franciscanos, como los observantes y los conventuales. Sin embargo, su influencia fue enorme: no solo se dedicaron a la vida religiosa, sino que también impactaron en el arte, la cultura y la filosofía de la época.

Los franciscanos también fueron pioneros en misiones y educación. Establecieron escuelas, universidades y se embarcaron en misiones de evangelización por todo el mundo, difundiendo su mensaje y su labor humanitaria. A lo largo de los siglos, han dejado una huella indeleble en la historia de la cristiandad y en la forma en que la sociedad medieval entendía la fe, la caridad y la vida consagrada.








LOS DOMINICOS.


La Orden de los Predicadores, también conocida como los Dominicos, fue fundada por Santo Domingo de Guzmán en 1216 con la aprobación del papa Honorio III. En principio, sus primeros esfuerzos se habían centrado en combatir a la herejía cátara, aunque posteriormente su enfoque fue la predicación y la enseñanza para combatir la herejía. Los dominicos jugaron un papel crucial en la Inquisición pero también fueron clave en la promoción de la educación y el aprendizaje teológico en la Edad Media. Su contribución intelectual y su compromiso con la predicación los distinguen en la historia de la Iglesia Católica.

Sus primeras constituciones se recogieron en la Carta de Predicación de 1220, que seguía las reglas de San Agustín con algunas innovaciones. Todo estaba subordinado a su misión pastoral teniendo que formarse adecuadamente en escuelas de la orden.

Se expandieron desde Tolosa hacia Paris, España e Italia, estableciéndose como una de las principales instituciones de conocimiento de la época, llegando a las primeras universidades como maestros de teología, dando a luz a importantes figuras como Santo Tomás de Aquino o San Alberto Magno.




LA ORDEN DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED.


La Orden de Nuestra Señora de la Merced fue fundada en una época de conflictos entre cristianos y musulmanes en la Península Ibérica durante la Reconquista. San Pedro Nolasco, junto con el rey Jaime I de Aragón y el religioso dominico Raimundo de Peñafort, estableció esta orden para rescatar a cristianos cautivos en manos de los musulmanes, tomando como sede el hospital de peregrinos de Santa Eulalia en la catedral de Barcelona. La labor principal de los mercedarios era recolectar fondos para pagar el rescate de estos prisioneros.

Los mercedarios, a través de un voto especial, se comprometieron a ser rehenes voluntarios, ofreciendo sus propias vidas como garantía por la liberación de los cautivos. Este acto de valentía reflejaba su dedicación a su misión y su disposición para sacrificarlo todo por el bienestar de los demás.

Su atiendo típico era una túnica blanca corta con el escudo de la Corona de Aragón. Con el tiempo, y tras llegar a todos los territorios de la corona, la Orden de la Merced se expandió por Europa y América, estableciendo conventos, iglesias y centros de ayuda en lugares donde su labor era necesaria. Durante la Edad Media, la orden también se convirtió en una influencia cultural y espiritual significativa en la vida de las comunidades donde estaba presente.

A medida que avanzaban los siglos, la labor de redención de prisioneros fue disminuyendo, pero la orden continuó su compromiso con la labor pastoral, la educación y la promoción de la fe cristiana. En la actualidad, los mercedarios siguen dedicados a obras sociales, educativas y pastorales en diferentes partes del mundo.

















LAS MISIONES EVANGELIZADORAS DE LAS ÓRDENES MENDICANTES.


Los franciscanos fueron los primeros en embarcarse en una misión evangelizadora universal, siendo seguido su ejemplo por las demás órdenes.
Se enviaron grupos de frailes a diferentes países, se organizaron en provincias y se nombró a padres provinciales para organizar a los demás.
El propio San Francisco viajó a Egipto para intentar convertir a su sultán y aunque sin éxito, consiguió que más frailes viajasen a territorios musulmanes con la misma finalidad.

Sin embargo, el destino más novedoso a donde se llegó fue Asia. Allí se intentó evangelizar a tártaros y mongoles en misiones enviadas por los papas en los siglos XIII y XIV. Franciscanos y domínicos llegaron a Asia central siguiendo la ruta de la seda, llegando a establecer casas religiosas en China. 
Juan de Montecorvino fue el primer arzobispo de Pekín en 1328.

Trinitarios y mercedarios se aplicaron más en el norte de África intentando evitar que los cristianos cautivos apostataran y salvando a otros que no podían pagar su rescate intercambiándose con ellos.





JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.

Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.






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Bibliografía:


- Historia medieval. Ana Echevarría Arsuaga. Julián Donado Vara. EU Ramón Areces.

-Atlas histórico de la Edad Media. Ana Echevarría y José M. Rodríguez. EU Ramón Areces.

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