LOS ORÍGENES DEL IMPERIO EGIPCIO.



La civilización egipcia se desarrolla a orillas del Nilo, que con sus crecidas proporcionaba tierras fértiles todos los años, así como al abrigo defensivo que les proporcionaban los desiertos del Sáhara y Sinaí.
Además del fértil limo que dejaba el Nilo tras cada crecida sobre el mes de Septiembre, es un río perfectamente navegable en las dos direcciones hasta la primera catarata, lo que lo convierte en una especie de autopista naval por la que mover materiales y personas.

Esto se debe a que tras la última glaciación, los glaciares que se habían establecido en las montañas de la zona centro-oriental africana hiciese aumentar los caudales de los ríos tributarios del Nilo, haciendo que de Julio a Septiembre se desborde todo años con la época de lluvias.

La primera cultura que pobló la zona, es la denominada Nagada, que recibí de nombre al yacimiento calcolítico de Nagada, denominándose este periodo predinástico y siendo dividida en tres fases: Nagada I o Amariense (4500-3500 a.C.) con presencia en el bajo Egipto, Nagada II o Gerzeense (3500-3200) con un progresivo avance hacia el norte y aparición de ciudades como Elefantina o Abidos y dos reímos, uno al norte y otro al sur, y por ultimo, Nagada III o Semaniense (3200-3000) donde se produce una unificación cultural y se fortifican las ciudades, lo que implica un aumento bélico.

El siguiente periodo, denominado pronto dinástico o arcaico, asiste a la primera unificación de los dos Egipto, el bajo y el alto, en un solo reino. En el plano mítico, los egipcios lo describieron como la lucha entre los dioses Horus y Seth, siendo vencedor el primero. En las primeras dinastías, denominada 0 y 00 gobernaron una seria de reyes entre los cuales encontramos el rey Escorpión, Ka o Narmer.
A partir del 3000 a.C. llega la dinastía I, también conocida como Tinita por establecer su capital en la ciudad de Tinis, en el alto Egipto, consolidándose la unificación del país. y dividiéndolo en nomos, división administrativa en provincias gobernadas por funcionarios reales.







El reinado del ultimo rey de la dinastía I, Qaa, debió ser convulso, ya que las destrucciones de las tumbas, atestiguan una guerra civil que dio paso a la dinastía II.
Sobre esta dinastía hay poco conocimiento de los reyes que la gobernaron, sin embargo, los monarcas van a reforzar su poder absoluto y la centralización del estado, se extendió la escritura jeroglífica y la economía evolucionó, ya que la tierra se convertirá en propiedad del rey, cediéndoselas a nobles y altos funcionarios que no podían enajenarlas y el comercio exterior se convirtió en monopolio del estado.
Parece ser que el rey Nineter, dividió en dos el reino entre sus hijos y no se reunificaría hasta Khasekhemui (finales del siglo XVIII a.C.), poniendo las bases para una nueva dinastía y abandonando Menfis como capital.
De las dinastia I y II o también llamado Estado tinita, sabemos que practicaron un cierto aislacionismo, contactando con la zona de Palestina solo para comerciar, se creó una institución para controlar el uso del agua y de las crecidas del Nilo. Entorno al rey, se crearon las figuras funcionariales del canciller, el jefe de los secretos, o el compañero de la casa real.
La monarquía era teocrática, ya que el rey era Dios y las dos coronas (algo y bajo Egipto) estaban asociadas a la diosa Buitre y a la diosa Cobra.




Busto de Khasekhemui.




A partir del año 2686 y hasta el 2181, en Egipto se dará la fase conocida como Imperio antiguo. Estos 500 años, estarán constituidos por 4 dinastías, de la III a la VI, siendo lo más característico de este periodo la construcción de los grandes pirámides que admiramos hoy en día.
La época de mayor esplendor se produjo bajo el reinado de Esnefru, de la IV dinastía, quien ordenó la construcción de 3 pirámides, templos y fortalezas, para lo cual envió expediciones comerciales a Fenicia y militares al Sinaí y Nubia. Su sucesor seria Khéops.
A partir de la V dinastía comenzaría la decadencia debido a la pérdida de poder del rey en detrimento de los nomarcas provinciales, que habían establecido una especia de red al estilo feudal y del aumento del poder religioso. Su último rey pudo haber sido una mujer, Nicrotis, tras la cual Egipto entraría en el primer periodo intermedio.
En cuanto a la organización de este primer Imperio, hay que destacar que la primera división se hacía entre el bajo y alto Egipto. Posteriormente se dividía en nomos, divisiones provinciales bajo la supervisión de un funcionario estatal.
A su vez los reyes contaban con un importante aparato administrativo burocrático, siendo el visir el funcionario de las alto rango, acompañado por otros como jefes de misión, del tesoro, del granero… así hasta los escribas.






Pirámide de Kheóps.





Con la progresiva feudalización del reino y la pérdida de poder del rey, entre en 2260-2055 a.C. Egipto vivió un periodo intermedio antes de dar paso al Imperio medio.
Dio inicio con la muerte de Pepi II, ya que sus sucesores se disputaron el control de zonas del país, con un aumento del poder de los nomarcas provinciales y desastres como hambrunas.
Consecuencia de esto sería el surgimiento de, entre otros, dos grandes centros de poder: Heracleópolis y Menfis en el Bajo Egipto y Tebas en el Alto, lo que supuso un caos total a todos los niveles.
En este periodo reinarían las dinastías VII a XI dividido en tres fases:
- La primera con las dinastías VII y VIII, cuyo control se redujo a su capital, Menfis, ya que el delta había sido invadido por gentes asiáticas.
- La segunda, con las dinastías IX y X, que consiguió sobrevivir en torno a Heracleópolis gracias a que los invasores se quedaron en el norte, siendo derrotados por Uakare Heti de la X dinastía, a pesar de tener que hacer frente a la ambición expansionista de Tebas.
- La tercera, con la XI dinastía que surge en Tebas, que tras controlar todo el Alto Egipto, Mentuhotep II se lanzó contra Heracleópolis hasta que consiguió unificar de nuevo Egipto.
A pesar del caos, tampoco puede decirse que fuese un periodo de decadencia, pues el comercio o la cultura siguieron por buen camino. En el aspecto religioso, se tendió hacia la localización, surgiendo varias corrientes, entre la que se encontraba la del culto a Amón, en la ciudad de Tebas, que sería sumamente importante en periodos posteriores.











JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.

Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:

Historia Antigua del Proximo Oriente y Egipto. Jasvier Cabrero Piquero y Federico Lara Peinado. Uned 2021.

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