BATALLA DE GLEMBOUX.



BATALLA DE GEMBLOUX: “RARA VEZ QUE SUCEDIÓ QUE TAN POCOS, Y A TAN POCA COSTA, EN TAN BREVE TIEMPO DERRAMASEN TANTA SANGRE Y DIESEN FIN A LA BATALLA”.






1578. Don Juan de Austria se encuentra guarecido en el castillo de Namur, en Flandes, pues el grueso de sus tropas había partido a Italia por el camino español tras un acuerdo con los Estados Generales. Sin embargo, Don Juan  que no confiaba mucho en los flamencos, envió una misiva a este ejército para que regresara. Guillermo de Orange y los Estados Generales consideraron esto un ultraje y se dispusieron a combatir a Don Juan, que a su vez consideraba que sin una victoria total no podría pacificarse la zona. Ante tal amenaza, el rey Felipe II aceptó la vuelta de los tercios a Flandes comandadas por el marqués de Ayamonte, así como del legendario Alejandro Farnesio. 

El 25 de enero de 1578 las tropas herejes ya habían abandonado Brujas para enfrentar a los españoles, que emitieron una proclama advirtiendo que el fin de su estancia allí no era otro que proteger al pueblo de los enemigos externos, restablecer la autoridad real y la fe católica. Los ejércitos flamencos eran superiores en número, contando con unos 25.000 soldados frente a los cerca de 17.000 imperiales, que contaban con su mejor arma, los tercios. A esto habría que sumarle la intendencia, pues los españoles divisaron al ejército enemigo en marcha y decidieron acosarle por la retaguardia. Farnesio dio orden de no entablar ningún combate serio, solo escaramuzas. Pero sorprendentemente el enemigo comenzó a flaquear solo con el acoso de la caballería, por lo que el comandante español se decidió a realizar una carga más seria de caballería, que tras chocar con su homóloga enemiga, rápidamente la puso en fuga, comenzando la desbandada general, atropellando a su propia infantería que también comenzó a huir. 

A esto se le sumó una carga de los tercios que vieron presa fácil en los herejes, por lo que en menos de hora y media la batalla, y el ejército enemigo, estaban ventilados sin apenas bajas españolas. De ahí la famosa frase de Francisco Valderas: “Rara vez que sucedió que tan pocos, y a tan poca costa, en tan breve tiempo derramasen tanta sangre y diesen fin a la batalla”. Al parecer, solo algunos caballeros consiguieron ponerse a salvo tras huir a Bruselas, y es por ello por lo que la batalla también será llamada “de las espuelas”. La clara victoria española hizo retroceder a Guillermo de Orange y unos meses más tarde, a la desunión de algunas de las provincias que pasarían al bando español.


JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.


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BIBLIOGRAFÍA:

Batalla de Gembloux. 31 de Enero 1578 – 31 Enero Tercios

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