LAS HEREJIAS EN LOS AMANECERES DEL CRISTIANISMO.
Los inicios del cristianismo no fueron idílicos, por así decirlo, fueron perseguidos por todo el Imperio hasta que en el 313 el emperador Constantino estableció la libertad de culto y 67 años después, Teodosio la alzó a religión oficial del Imperio. La Iglesia tomó como base organizativa la administración imperial, pero en cuanto a la Organización dogmática aún tendrían que pasar muchos años. Las escrituras podían ser interpretadas de varias maneras, sobre todo en Oriente, donde más fuerte fue la cristianización, a la que hay que añadir el Helenismo imperante, por lo que es aquí donde más Herejías surgieron, siendo las más destacadas las siguientes:
- Nestorianismo: Creada por el monje sirio Nestorio en el S. V, el cual llegó a ser Patriarca de Constantinopla. Se basa en que Cristo poseía dos naturalezas, la humana y la divina, completas, pero no separadas, teniendo la humana prevalencia sobre la divina. En el III Concilio Ecuménico de Éfeso, en el 431 fue rechazada y el Nestorianismo se refugió en la Persia Sasánida, donde se expandió hacia Oriente, llegando hasta la India o China, donde aún subsiste.
- Arrianismo: Su nombre viene de Arrio, presbítero Alejandrino que formuló esta Doctrina, aunque había sido formulada inicialmente en Antioquía. Según esta, en la Trinidad, el hijo, osea Jesús, habría sido creado por el Padre y por tanto no se le podía equiparar, por lo que se convertirá en una especie de semidiós. El Concilio Ecuménico de Nicea en el 325 y el II de Constantinopla en el 381 hicieron desaparecer casi por completo la herejía del Imperio, pero esta sobrevivió ya que el monje Ulfila convirtió a los Godos al Arrianismo. Recaredo fue el Último rey godo en practicar el Arrianismo, ya que en el 589 se bautizó al catolicismo.
- Monofisismo: Esta fue la que mayor arraigo tuvo en el Imperio. El monje griego Eutiques defendió esta doctrina en contra de Arrianismo. Esta manifiesta que las dos naturalezas de Cristo están unidad en una, pero con prevalencia de la divina. Llegó a ser religión oficial tras en Concilio de Éfeso del 449. Pero en el 451, tras insistencia de Papa de Roma se celebró el IV Concilio Ecuménico de Calcedonia que condeno el monofisismo y estableció la doctrina Ortodoxa, Cristo posee dos naturalezas, indivisas e inseparables, inconfusas e inmutables. Numerosos obispos orientales se opusieron y se creó un cisma que llega hasta nuestros días.
Occidente tampoco se libró de estas, y aunque no tuvieron tantos seguidores, podemos destacar algunas
- Pelagianismo: Su creador fue Pelagio, laico irlandés que predicaba que los hombres nacían sin pecado original, por lo que el bautismo no era necesario. Jesús debía ser adorado por su obra y ejemplo, y no por su sacrificio. Condenada en el Concilio de Cartago en el 418 por, entre otros, San Agustín de Hipona.
- Donatismo: Del obispo Donato de Cartago, formaban una secta que se oponía a la vida relajada del clero y creía en que la eficacia de los sacramentos, dependía directamente de la pureza de quien los administraba. Creó un cisma en la Iglesia Africana hasta la llegada de los Vándalos y tras la reconquista de Justiniano hasta la llegada de los musulmanes.
- Priscilianismo: Toma el nombre de Prisciliano, gallego de nacimiento y obispo de Ávila. Esta doctrina poseía elementos gnósticos y maniqueistas, difundiéndose por Galicia y Lusitania. Fue el primer hereje ejecutado en el 385 tras ser acusado de brujería en Tréveris. Subsistió en la zona gallega dos siglos más al ser una doctrina cargada de contenido social y crítica con la jerarquía.
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