PRIMERA GUERRA JUDEO-ROMANA.

 

 El antiguo reino de Israel se había convertido en protectorado romano desde el 63 a.C. cuando Pompeyo acaba con el Imperio seleúcida y establece un protectorado en la zona, convirtiéndose en provincia desde el año 6 con el nombre de Judea.

Su situación geográfica estaba entre la costa de Levante y el río Jordán y Mar Muerto, contando con una heterogénea población.

 

Actual Israel

En el año 26, Poncio Pilato, gobernador de Judea, llevó a Jerusalén las imago (estandartes con el busto del emperador o el águila) lo que supuso un revuelo entre los judíos, ya que la adoración de efigies suponía un sacrilegio, por lo que pidieron a Pilato que la retirara. Pilato reaccionó congregando a los judíos y rodeándolos con soldados con intención de intimidarlos, pero los judíos no se amilanaron y manifestaron que estaban dispuestos a morir. Pilato, maravillado con la devoción de los judíos, mandó retirar los estandartes. Sin embargo, en el 40, el nuevo emperador Calígula ordena levantar una estatua suya, al haberse divinizado, produciéndose de nuevo disturbios, sofocados con el envío de legionarios de la provincia de Siria. Al morir Calígula un año después y no haberse colocado la estatua, devuelven la paz a la zona.

 

En el verano de año 66, se produce una nueva revuelta, esta vez contra los griegos de Cesarea, que sacrificaban pájaros frente a la sinagoga. Roma decide no inmiscuirse, por lo que los disturbios comienzan a escalar hasta que las guarniciones romanas comienzan a ser atacadas y se convierte en una revuelta contra su autoridad. Agripa II, el rey judío prorromano, tiene que huir de Jerusalén y posteriormente los judíos toman la fortaleza de Masada con todo el arsenal que guarecía en el marco de una rebelión ya generalizada y que da comienzo a la Guerra Judía.

El gobernador de Siria, Cestio, acude a Judea con unos 30.000 soldados de la Legión XII Fulminata y recupera Cesarea, desde donde marcha a Jerusalén, la cual no consigue tomar en primera instancia, retirándose de nuevo a la costa mientras los judíos les hostigaban duramente, produciendo importantes pérdidas de hombres y equipamiento.

Tras el desastre, el emperador Nerón decide poner al mando a Vespasiano y a su hijo Tito, ya que la sublevación había llegado también la provincia de Galilea. Su primer movimiento es traer dos legiones, la V y la X de Siria que se unen a lo que queda de la XII en la provincia de Samaria que se proclamó neutral, mientras que Tito acudía desde Egipto con la XV legión. Con este movimiento consigue hacerse de nuevo con toda la franja costera. En el año 67 se toma Seforis, en Galilea, masacrando a todos los habitantes y tomando después diferentes ciudades galileas.

Su siguiente objetivo fue Judea, en un avance lento pero implacable, fue tomando las diferentes ciudades, acabando aislando a Jerusalén antes de sitiarla. Mientras, los judíos se encontraban desorganizados e incluso en disputas entre ellos, además, ante el avance romano, tomaron la estrategia de aislarse en fortalezas aisladas, por lo que fueron cayendo una a una.

En el 69, Jerusalén se encontraba asilada y rodeada de fortificaciones romanas, sin embargo, ese mismo año Vespasiano se abandona la campaña para dirigirse a Roma y tomar el trono, dejando a su hijo Tito al mando, empezando un año después el asedio de Jerusalén. Los judíos, lanzaron un ataque sorpresa al campamento de la X legión que se encontraba cerca del monte de los Olivos, estando a punto de acabar con Tito, pero resultando finalmente infructuosa. Tras esto, la maquinaria de asedio romana comenzó con el bombardeo de la ciudad y en concreto, la plataforma del templo. Las legiones V, X y XII, se colocaron en el resto del perímetro y comenzaron los preparativos para el asalto con nivelaciones de terreno y el uso de arietes sobre las murallas mientras los judíos intentaban salidas para quemar las máquinas de asedio. Finalmente, el día 15 del asedio, el ariete “Victoria”, consigue derribar la muralla, entrando los romanos y tomando el suburbio norte.

 

El siguiente paso fue lanzar un ataque a la segunda muralla, ya en el interior de la ciudad, siendo tomada. Aquí, como aécdota, Tito decidió hacer formar a los 40.000 soldados a las afueras de la ciudad, con motivo de darles su paga, para impresionar a los judíos que veían un enorme ejército, en perfecta formación ante ellos. Tres días después, se forma una línea de asedio que rodea toda la ciudad. Esto produjo que en el interior de la ciudad comenzara la discordia interna, el hambre y las penurias. Esto fue aprovechado por Tito, que crucificaba a los judíos que salían a por comida. Los siguientes intentos de asalto fueron parados por la heroica actuación de los asaltados, hasta que a los 21 días, un ataque nocturno consigue tomar la fortaleza Antonio en el interior de la ciudad y, a partir de aquí, los romanos consiguieron tomar, aunque con sacrificio, el templo. A partir de aquí, el resto de la ciudad fue cayéndo poco a poco con más facilidad, hasta que tras casi 5 meses, fue totalmente controlada por los romanos y después de incendiarla y masacrar la población, la muralla y el templo fueron demolidos.

 

Con esta victoria Tito vuelve a Roma, dejando al prefecto de Siria, con una cuarta parte de los hombres, para tomar los últimos focos de resistencia de Judea hasta llegar al último, la infranqueable fortaleza de Masada, enclavada en lo alto de un escarpado cerro rodeado de acantilados y donde unos pocos cientos de fanáticos se resistían. La legión X fue la encargada del asedio, rodeando la fortaleza. La solución para tomarla fue la construcción de una monumental rampa de asedio de tierra para que los arietes y torres pudieran asaltar la muralla. Sin embargo, cuando los romanos derribaron la muralla, se encontraron que los defensores habían construido una segunda de madera, donde los arietes no podían actuar, por decidieron quemarla. A la mañana siguiente, al asaltar la ciudad y según Josefo Flavio, se encontraron que todos los defensores se habían suicidado, tras unos dos meses de asedio.

JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.

Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:

HISTORIA ANTIGUA UNIVERSAL II. EL MUNDO GRIEGO (2ª)
Autor/es: Fernández Uriel, Pilar. Editorial: U.N.E.D.

La conquista de Jerusalén y Masada | Fernando Quesada Sanz.

FUNDACIÓN JUAN MARCH.