LA CRISIS DEL 29: EL DÍA EN QUE EL MUNDO CAYÓ AL ABISMO.

 El 24 de octubre de 1929, el mundo se despertó con un pánico que pronto se haría global. Ese jueves, conocido como el Jueves Negro, marcó el inicio de una de las peores crisis económicas de la historia: la Gran Depresión. Durante la década de 1920, Estados Unidos había vivido un crecimiento económico acelerado, impulsado por el auge del consumo, la especulación bursátil y una confianza desmesurada en el sistema financiero. La economía parecía imparable, pero esa ilusión escondía un castillo de naipes construido sobre deudas y expectativas desmedidas.

La burbuja explotó de manera brutal. En solo unos días, millones de estadounidenses perdieron sus ahorros. Las acciones se desplomaron, los bancos cerraron sus puertas ante multitudes desesperadas, y la industria, que había crecido sin freno, se paralizó de golpe. El desempleo se disparó. La pobreza, el hambre y la desesperación se extendieron por todo el país y pronto por el mundo.  




Europa, aún convaleciente tras la Primera Guerra Mundial, recibió el golpe con especial dureza. Las economías latinoamericanas, estrechamente ligadas a las exportaciones de materias primas, también colapsaron. La crisis se convirtió en una auténtica tormenta global que sacudió los cimientos de la sociedad y la política internacional.

En medio del caos, surgieron dos tipos de respuestas. En Estados Unidos, el presidente Franklin D. Roosevelt impulsó el New Deal, un ambicioso programa de reformas económicas y sociales que pretendía reconstruir la economía desde sus bases. Por otro lado, en Europa, la inestabilidad y el descontento fueron aprovechados por ideologías extremas: el fascismo en Italia, el nazismo en Alemania y otros movimientos autoritarios ganaron fuerza como respuestas radicales al colapso del sistema liberal.

La Crisis del 29 no solo dejó una huella económica profunda; transformó el mundo. Demostró cómo una economía aparentemente sólida podía derrumbarse en cuestión de días, y cómo la falta de regulación, el exceso de confianza y la desigualdad pueden arrastrar a naciones enteras al desastre.

Fue una lección durísima de la historia moderna: sin responsabilidad económica, sin justicia social y sin previsión, el precio del progreso puede convertirse en una catástrofe colectiva.


JOSÉ ANTONIO OLMOS GRACIA.


Policía local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el municipio de Huesca, contando con más de 16 años de servicio y varias distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las redes sociales. Actualmente administra el blog elultimoromano.com así como páginas en Instagram y Facebook con el mismo nombre. Además, colabora con revistas, páginas, asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de Divulgadores de la Historia.



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Bibliografía:

Hipólito de la TORRE. (coord.), Alicia ALTED,  Rosa  PARDO, Ángel HERRERÍN, Juan Carlos JIMÉNEZ y Alejandro VALDIVIESO: Historia Contemporánea II (1914-1989), Madrid, Editorial Universitaria Ramón Areces, 2019.

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